La diabetes

Mucha gente tiene la creencia de que la diabetes la provoca el consumo excesivo de azúcar. Sin embargo, su etiología o causa es mucho más compleja.

La diabetes hace referencia a un grupo de patologías metabólicas en las que la persona tiene un alto contenido de azúcar — o glucosa — en sangre. Sucede cuando el páncreas no es capaz de producir insulina suficiente o cuando las células del organismo ya no responden como deberían a la insulina que produce el organismo.

La insulina es una hormona que produce el organismo y que se encarga de regular la concentración de azúcar en sangre. Cuando un paciente padece de diabetes, el cuerpo no es capaz de regular estos niveles y, por este motivo, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo.

Dado que la insulina es una proteína, en el caso de que se ingiriese en forma de comprimido, se descompondría durante la digestión. Por ello, los pacientes diabéticos deben administrársela mediante una inyección subcutánea.

Distintos tipos

 

Existen tres tipos principales de diabetes:  

  • Tipo 1
  • Tipo 2 
  • Gestacional.

Si bien la diabetes tipo 1 puede afectar tanto a adultos como a niños, es más habitual en niños y por ello se la conoce como la «diabetes juvenil». Esta forma de diabetes puede aparecer de forma repentina si el páncreas deja de producir insulina, bien por motivos genéticos o debido a una infección.

En la diabetes tipo 2, el organismo ya no es capaz de producir insulina suficiente o no es capaz de utilizarla correctamente. También puede darse una combinación de ambas causas. Esta forma de la enfermedad es más habitual y afecta normalmente a adultos de más de 40 años. Suele estar provocada por factores en estilo de vida, como la obesidad, la falta de actividad física, la mala alimentación y el estrés.

El tercer tipo principal de la enfermedad es la diabetes gestacional, que afecta en torno al 2 % y al 5 % de las embarazadas. Este tipo se puede tratar pero requiere una cuidadosa supervisión médica durante el embarazo a fin de salvaguardar tanto la salud de la madre como del bebé. Tras el parto, es posible que la diabetes mejore o desaparezca.

Desarrollo de la enfermedad / Factores de riesgo

Como se puede observar, la insulina desempeña un papel fundamental en la diabetes. Esta hormona es necesaria para convertir los azúcares, el almidón y otros alimentos en la energía que necesitan nuestras células para funcionar. Cuando esta conversión deja de producirse, las células no obtienen la energía que precisan y el azúcar se acumula en la sangre, lo cual resulta dañino para nuestra salud. Si bien este daño no se produce de manera inmediata, existe el riesgo de que se produzcan complicaciones a largo plazo que tienden a desarrollarse después de un período de alrededor de entre 10 y 20 años.

El daño a largo plazo provocado por tener un alto nivel de azúcar en sangre durante largos períodos de tiempo puede afectar a los ojos - y provocar problemas de visión y ceguera -, a los nervios - insensibilidad en los pies, piernas y brazos -, al corazón - ateriosclerosis y otras patologías afines — y a los riñones.

 

La conexión entre la diabetes y los riñones

La diabetes es la principal causa de enfermedad renal crónica (ERC) y afecta a millones de personas en todo el mundo. Aproximadamente el 50 % de los pacientes de diálisis de Fresenius Medical Care son diabéticos.

Si vive con enfermedad renal diabética, es extremadamente importante mantener el control y el cuidado tanto de su diabetes como de sus riñones para que pueda estar lo más saludable posible.

 

¿Están relacionadas la diabetes y la enfermedad renal?


La enfermedad renal diabética se refiere a una disminución de la función renal que ocurre en algunas personas que tienen diabetes. La diabetes es un factor de riesgo de enfermedad renal. Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden hacer que los pequeños vasos sanguíneos del riñón se estrechen y se obstruyan. Sin suficiente sangre, los riñones se dañan.

La diabetes también puede causar daño en los nervios de su cuerpo. Si los nervios de la vejiga están dañados, es posible que no pueda sentir cuándo está llena. La presión de una vejiga llena puede dañar los riñones. Si la orina permanece en la vejiga durante mucho tiempo, es posible que contraiga una infección del tracto urinario. Esto es causado por bacterias que crecen rápidamente en la orina cuando el nivel de azúcar es alto. En ocasiones, estas infecciones pueden propagarse a los riñones.

Las personas con diabetes también pueden desarrollar presión arterial alta. Esta es otra de las principales causas de ERC. Si le diagnostican una enfermedad renal, es importante saber que puede tomar medidas para controlar la ERC.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la diabetes y la enfermedad renal?

La enfermedad renal y la enfermedad renal diabética comparten síntomas similares. Es poco probable que tenga síntomas de enfermedad renal diabética temprana. Los síntomas pueden comenzar con sensación de cansancio o tener menos energía de lo habitual. 

A medida que avanza la enfermedad, los signos de enfermedad renal diabética pueden incluir:

  • Poco apetito
  • Náuseas
  • Pérdida de peso
  • Picor en la piel seca
  • Calambres musculares
  • Hinchazón alrededor de los ojos.
  • Necesidad frecuente de orinar
  • Retención de líquidos que provoca hinchazón de pies y tobillos.
  • Dificultad para pensar con claridad

 

Cuatro formas de controlar los síntomas de la enfermedad renal diabética

Es esencial que siga exactamente las instrucciones de su médico para controlar la diabetes y la enfermedad renal. En general, existen ciertas medidas que deben formar parte de su rutina diaria para controlar el azúcar en sangre.

1. Tests y seguimiento del nivel de azúcar en sangre

Puede automedir su nivel de azúcar en sangre (niveles de glucosa en sangre) en casa con un dispositivo electrónico portátil (medidor de azúcar en sangre) que utiliza una pequeña gota de sangre. También puede utilizar un dispositivo llamado monitor continuo de glucosa (MCG).

2. Control de la presión arterial

Más del 80% de las personas con diabetes y ERC tienen hipertensión (presión arterial alta). Hable con su médico sobre la creación de un plan de tratamiento que le ayude a controlar su presión arterial. Las medidas que puede tomar incluyen llevar una dieta saludable y baja en sal (sodio), hacer ejercicio con regularidad, controlar el estrés y dejar de fumar.

3. Cumplir con la medicación prescrita

Los medicamentos para los riñones que le recete su médico pueden depender de varios factores de salud personal. Estos incluyen su nivel de función renal, en qué etapa de la enfermedad renal se encuentra y si está controlando algún otro problema de salud. Su médico también puede recetarle medicamentos específicos solo para controlar la diabetes.

4. Dieta saludable

Comience leyendo las etiquetas nutricionales que le ayudarán a seleccionar opciones más saludables, como aquellas con menos sodio y azúcar. Los alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales y las frutas y verduras frescas, pueden ayudar a mejorar los niveles de azúcar en sangre. Hable con su médico o dietista para que le ayude a saber exactamente qué comer y beber para seguir una dieta adecuada para los riñones con diabetes.

Ser diabético no impide que una persona pueda perseguir sus ambiciones. De hecho, grandes deportistas, personalidades, cantantes, actores, escritores y políticos de éxito son la prueba viviente de que ser diabético no tiene por qué suponer un parón para sus carreras: se puede seguir persiguiendo los sueños.

Temas relacionados

El paciente diabético en diálisis deberá vigilar la ingesta de hidratos de carbono y controlar los niveles de azúcar en sangre.

Conocer los nutrientes de los alimentos, seguir unos hábitos alimenticios básicos, y planificar las comidas ayudaran al paciente en diálisis a cubrir sus necesidades nutricionales especiales.