A pesar de solo llevar dos años como RO, Patricia tiene un largo recorrido como enfermera: empezó a trabajar en Fresenius Medical Care en 2001 y llevaba varios años siendo suplente de RO en la clínica de Tarragona. Anteriormente había estado en unidades de diálisis en hospitales públicos, en UCI, en laboratorio… “Fui compaginando durante años dos trabajos, uno en la sanidad pública y otro en Fresenius, pero cuando me quedé embarazada de mi segundo hijo, tuve que elegir, y preferí apostar por mi estabilidad y porque valoraba mucho el buen ambiente de trabajo. Me quedé en Fresenius porque me daba una mayor facilidad para conciliar que el hospital público”.
Se considera una enfermera vocacional, aunque no tuviera claro al principio si quería estudiar Medicina, Fisioterapia o Enfermería. “Opté por Enfermería porque podía estudiarla en mi ciudad, Tarragona, y luego ha resultado ser mi vocación. Lo que más me gusta de mi profesión es la relación con el paciente, poder ayudarle. Nuestra profesión no es solo curar heridas, va mucho más allá: es mostrar interés por las necesidades del paciente, sus vivencias, su familia… Mostrar interés por esas facetas de la vida es algo que valora mucho el paciente. Esta es una profesión humana”.
Reconoce que el paciente renal es un paciente complejo: “está toda la vida enfermo y, en ocasiones, puede sentirse incomprendido, enfadado con el mundo… Sin embargo, valora mucho la escucha de sus inquietudes y problemas, así como la parte técnica, por ejemplo, que le pinches bien”.
A pesar de que el trabajo como RO conlleva mucho más tiempo de dedicación y también de estrés, reconoce, que ser RO le motiva porque “liderando a un equipo de personas puedes hacer cambios que conlleven que funcione mejor una clínica, eso es muy satisfactorio”.