Su día a día se repartía entre el trabajo, el deporte y otras actividades de ocio, como la música o la lectura. Sin embargo, desde que hace tres meses vino al mundo su primer hijo, la vida de Clarencio J. Cebrián ha cambiado radicalmente: “para mejor, aunque con más sueño”. Este nefrólogo de Fresenius Medical Care nos habla de su trabajo en Sevilla y de esta especialidad que muchas personas no conocen.
“Cuando digo que soy nefrólogo, mucha gente no sabe qué es ni cuál es nuestra función. Como la enfermedad renal no produce síntomas hasta que está muy avanzada, hay poco conocimiento sobre ella y sobre quienes tratamos a estos pacientes. Sin embargo, la salud renal está muy relacionada con el estilo de vida, con el establecimiento de pautas cardiovasculares y renales sanas. Además, la diálisis produce un gran temor entre los pacientes, pero a diferencia de otras especialidades, en esta tenemos, gracias a la diálisis, una oportunidad de sustituir al riñón que les permite llevar una vida lo más parecida a la que tenían y, en muchas ocasiones, es un puente de espera hacia el futuro trasplante”, apunta el Dr. Cebrián.
Llegó a la Medicina por vocación y por tradición familiar: “mi padre es médico y yo he tenido siempre en mente que quería estudiar Medicina”. Cuando tuvo que decidir qué especialidad estudiar pensó que quería decantarse por una más médica que quirúrgica. “También escuché una charla sobre Nefrología y el tratamiento de pacientes crónicos y pensé que ese tipo de medicina iba conmigo. Al final, elegí Nefrología porque, además de que incorporaba todo lo anterior, tenía implícito el conocer y manejar el medio interno y los procesos químicos y eso siempre me ha gustado. Si no me hubieran admitido en Medicina, habría estudiado Química o una ingeniería química”.
Su día a día está organizado por turnos entre el centro de diálisis Sevilla-Bellavista y San Carlos, ambos en la ciudad que le ha adoptado desde que dejó su lugar de nacimiento: Cáceres. Bastante más grande que la extremeña, pero no tanto como Madrid, para él la capital andaluza comparte características similares a su ciudad natal: de interior, monumental, y calurosa (y mucho) en verano.
Terminó su residencia en Nefrología en 2014 y comenzó a trabajar en una empresa de diálisis para pasar a un hospital público en Plasencia donde estuvo algo más de tres años. Después, empezó a trabajar en Fresenius Medical Care y, tras dos años en Extremadura, se trasladó a Sevilla, donde lleva ya dos años.
“Me dedico a establecer el tratamiento y hacer seguimiento a los pacientes renales. Pero no sólo eso, sino que debemos asegurar que realizamos una diálisis de calidad, para reducir al máximo el riesgo de complicaciones. Además, damos apoyo al paciente que se inicia en diálisis, le informamos de los hábitos que le van a ayudar a encontrarse mejor y de sus opciones de trasplante, si las tiene. Por otro lado, el paciente renal es muy dependiente del nefrólogo, ya que nos vemos tres días a la semana y suele comentarte problemas de la esfera psicológica y social, por lo que parte de nuestro trabajo es escucharles e intentar orientarles sobre ello”, explica el Dr. Cebrián, quien confiesa que lo que más le gusta de su trabajo es la relación médico-paciente y el apoyo que puede dar en todas las esferas del paciente.