La energía se obtiene fundamentalmente de los hidratos de carbono y las grasas. Dado que los pacientes con insuficiencia renal presentan un mayor riesgo de tener una alta concentración de colesterol, es posible que le recomienden evitar los alimentos que tengan gran cantidad de grasas saturadas o colesterol. Lea detenidamente las etiquetas de los alimentos y determine la cantidad de grasas y colesterol que contienen. Elija las grasas no saturadas o las de mayor calidad, como las presentes en el aceite de oliva o el pescado. Si padece de diabetes, deberá tener mucho cuidado si come productos dulces. Seguir el asesoramiento de un nutricionista es de gran importancia, sobre todo en el caso de las personas con diabetes mellitus.
Si no consume la cantidad suficiente de hidratos de carbono y grasas, es posible que el organismo utilice las proteínas para obtener energía, con el riesgo de descomposición del tejido muscular para la liberación de proteínas.
Comer una cantidad insuficiente de proteínas puede provocar desnutrición, pérdida de peso, debilidad muscular y problemas de salud. La desnutrición es un riesgo grave al que se enfrentan los pacientes de diálisis. Antes de empezar el tratamiento con diálisis, es posible que su nefrólogo le haya indicado seguir una dieta baja en proteínas para conservar la función renal. Sin embargo, ahora tiene unas prioridades nutricionales diferentes. A la mayoría de las personas que reciben tratamiento de diálisis se les recomienda comer tantas proteínas de 'alta calidad' — pollo, pescado, ternera, etcétera — como puedan.