Pedro considera que el paciente renal es una persona compleja, por eso es muy importante el momento de la acogida en el centro de diálisis: “hay que explicarle cómo funciona el centro, en qué consiste el proceso, preguntarle por sus dudas, calmarle y que se sienta cómodo”, señala este enfermero que lleva siete años vinculado a Fresenius Medical Care.
Estudió Enfermería en Murcia, pero cuando terminó se fue a Madrid, donde estuvo trabajando en la consulta del niño sano en un centro de salud por las mañanas y en una residencia de ancianos por las tardes. “Entonces fue cuando decidí dedicarme al enfermo crónico y adulto”.
Posteriormente, hizo un máster en hemodiálisis en Valencia, donde empezó a hacer prácticas en clínicas de Fresenius. “Antes no sabía nada del paciente renal, y cuando comencé a estudiar, me llamó la atención que el 70% de los pacientes eran personas mayores”.
Al finalizar, Angels Satorra le ofreció un contrato en Barcelona. “Estar en una ciudad con mar y trabajar con pacientes renales me motivó y acepté el trabajo”. Después de un primer contrato, llegaría un segundo en Hospitalet, en el turno de noche, donde comenzó a ejercer alguna función en la gestión. “Me ayudó mucho Sol López (RO de Hospitalet), que tuvo una paciencia conmigo brutal. A ella la sustituí en sus vacaciones”.
Tiempo después surgió la oportunidad de trasladarse a Mallorca y aceptó: “Otra vez una ciudad con mar. Pero lo más importante era que me sentía preparado para llevar un centro. También hay que tener en cuenta que yo pasaba del centro de Hospitalet, con 200 pacientes, al de Manacor, con 20”.
En este centro trabaja 3 días por semana, 11 horas cada día. “Voy a trabajar con ilusión, es un centro pequeño y nuevo, es muy bonito. Es como nuestra casa”. En cuanto a su trabajo como RO, se siente como “el pegamento de todo, el que une las piezas del puzle. Me gusta generar un buen ambiente laboral, es decisivo para los integrantes del equipo y también para los pacientes, ellos lo notan, se sienten queridos y muy cómodos”.