Esta cordobesa de nacimiento finalizó sus estudios de enfermería en Córdoba, en 2014, año en que se fue a Inglaterra que ya conocía por haber pasado un curso erasmus en Londres. Fue allí donde se hizo especialista clínica en viabilidad tisular, tras hacer el posgrado en esta materia. “Las enfermeras con esta especialidad se encargan de tratar las heridas que son muy complejas, que no curan de manera natural”.
A partir de ese momento, inició su desarrollo profesional como formadora. “Tras tener la especialidad, hice un curso para ser Mentorship y una serie de formaciones en habilidades de presentación, liderazgo en aprendizaje, técnicas educativas… Además, me dedicaba a la parte clínica porque trabajaba en una consulta externa ubicada en el hospital. De esta manera, empecé a simultanear la parte clínica con la formación a TCAEs, enfermeras y médicos sobre todo lo que tenía que ver con cura de heridas complejas o mantenimiento de integridad de la piel, más vinculado a la prevención y promoción de la salud de la piel”.
Aunque fue entonces cuando despegó su faceta de formadora, Laura siempre supo que enseñar era lo que le gustaba. “Desde pequeña me gustó aprender, pero también hacer que alguien entienda lo que a priori no comprende, eso es muy satisfactorio. Para mí, lo bonito de enseñar es moldear el contenido al público al que se lo impartes. La misma materia ofrecida a 40 públicos diferentes se convierte en un contenido muy distinto. Hacer eso no es fácil al principio, pero con el tiempo he ido desarrollando esa capacidad para adaptarme a quien está a mi lado en cada momento”.
Una figura de apoyo
Su trabajo consiste más en ser un mentor que un profesor porque “una persona que comienza en un trabajo o en una tarea nueva necesita, además de una persona formadora, una figura de apoyo”.
Tras seis años fuera, y también empujada por la situación de la pandemia, Laura regresó en 2020 a España, donde hizo un máster en dermocosmética, tras el cual se hizo formadora de dispositivos de láser médico en la compañía española Reference Medical.
Tras algo más de un año en esta empresa, apareció la oportunidad de trabajar en Fresenius Medical Care para ser formadora del personal sanitario en los centros de diálisis, lo que le confiere una serie de ventajas sobre su anterior trabajo: “En mi anterior compañía echaba de menos poder desarrollar programas de formación amplios, porque estaba más centrada en formación a corto plazo sobre los dispositivos láser. Además, estaba un poco desapegada con la parte clínica de la enfermería”.
Ahora, en su actual puesto como Responsable de formación en Care Delivery, considera que es el lugar idóneo para llevar a cabo planes de formación adaptados a diferentes perfiles sanitarios y también para estar vinculada a la atención del paciente crónico, “esa es la parte más pura de enfermería, la de observación y valoración del paciente para la toma de decisiones. Era algo que echaba mucho de menos”.
De hecho, ha pasado dos semanas en el Centro de Diálisis Moncloa donde ha retomado el contacto con los pacientes y ha estado recibiendo formación específica de diálisis, área en la que no había trabajado anteriormente. “Han sido dos semanas muy positivas, en las que he visto cómo se trabaja en equipo realmente porque allí todos se ayudan entre sí. Me parece que son un gran equipo, muy consolidado, que se conocen muy bien”.